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Blog sobre psicoterapia online, feminismo y salud mental

  • Foto del escritor: Ángela Cardona
    Ángela Cardona
  • 14 oct 2024
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 23 nov 2024

Neurosis de la Creadora: Entre la Creatividad y la Salud Mental


El caos creativo

Me voy a permitir desarrollar un concepto aquí llamado "Neurosis de la Creadora". No es en ningún caso un tipo de diagnóstico, ni un síndrome, no se refiere a una patología clínica, sino a un estado mental y emocional que experimentan quienes se dedican a la creación de manera constante y con el cual me topo en la consulta con un conjunto de síntomas similares entre ellas.


Y es que para muchas creadoras, el proceso creativo puede ser una espada de doble filo, donde la mente, que genera maravillas, también puede convertirse en su propia prisión.


¿Qué sería la Neurosis de la Creadora?


Con neurosis de la creadora hago referencia a la lucha interna de aquellas personas, en este caso mujeres, que poseen una inclinación natural hacia la creatividad y la autoexpresión, pero que a menudo se encuentran enfrentando la ansiedad, la autocrítica, el perfeccionismo, la hiperactividad y otros retos emocionales. El término “neurosis” traído del psicoanálisis describe un conflicto interno que produce síntomas, pero que no separan al sujeto de la realidad y que en el caso de la creación se enfoca más en la tensión constante entre la necesidad de crear y la presión y prisión que esto genera.


Los síntomas particulares que encuentro que se repiten en las consultantes involucradas en el proceso creativo son:


• Perfeccionismo Paralizante: La necesidad de que cada detalle sea perfecto puede ser una carga inmensa. A menudo, esta búsqueda de la perfección impide que las ideas lleguen a materializarse, ya que la creadora se siente constantemente insatisfecha con lo que produce. Esto lleva a una frustración profunda, donde la obra nunca parece estar a la altura de las expectativas autoimpuestas.


· El Miedo al Fracaso: Muchos creadores sienten una intensa presión por alcanzar el éxito y, al mismo tiempo, un miedo abrumador al fracaso. La idea de que su producción pueda ser rechazada o no ser comprendida puede ser paralizante, llevando a la procrastinación o al bloqueo creativo. El miedo al juicio externo puede impedirles arriesgarse y explorar nuevas formas de expresión.


• Autocrítica Intensa: Para muchas personas creativas, la voz interna que juzga cada paso del proceso puede ser implacable. Esta autocrítica constante puede llegar a ser debilitante, especialmente cuando la creatividad se convierte en una parte esencial de la identidad de la persona. La falta de confianza en el propio talento, junto con el miedo a ser juzgada por los demás, puede hacer que el acto de crear se convierta en un campo de batalla emocional.


· La Dificultad para Manejar la Ambigüedad: El proceso creativo implica moverse en la incertidumbre y aceptar que no siempre se sabe cómo terminará una obra o si llegará a cumplir con la visión inicial. Esta ambigüedad es un terreno fértil para la neurosis, ya que la mente busca certezas y estabilidad, algo que el acto creativo rara vez ofrece.


• Ansiedad y Depresión Creativa: La necesidad de expresar las emociones más profundas y la constante exploración de los rincones oscuros de la mente pueden llevar a estados de ansiedad y depresión. Esto es particularmente cierto para aquellas personas cuya obra se centra en la introspección y la exploración del dolor. La creatividad puede ser una forma de terapia, pero también puede reabrir viejas heridas, manteniendo un ciclo de sufrimiento emocional.


La Neurosis de la Creativa

Digo neurosis de la creadora, no solo porque me especializo en mujeres, sino porque nombrarlo así pone en primer plano la experiencia particular de muchas mujeres en el ámbito creativo. La historia está llena de ejemplos de mujeres que, mientras producían obras artísticas deslumbrantes, luchaban con problemas de salud mental, autoexigencias imposibles, con el peso de expectativas de género y con las desigualdades. Sylvia Plath, Virginia Woolf, Frida Kahlo, entre otras, se enfrentaron a la dura realidad de que el arte y la creación pueden ser a la vez una fuente de salvación y un pozo de angustia.


Las mujeres que se dedican a la creación a menudo enfrentan un conjunto particular de desafíos:


• Expectativas Sociales: Históricamente, las mujeres hemos sido encasilladas en roles que no siempre nos permitían explorar libremente nuestra creatividad. La presión de cumplir con normas de comportamiento, de ser “correctas” y de mantener una imagen de estabilidad, de la presión por agradar choca con la intensidad emocional que a menudo acompaña el proceso creativo. Esto lleva a muchas mujeres a sentir que deben justificar su deseo de crear, y que la expresión artística debe ser algo “útil” o “apropiado”.


• La Invisibilidad de la Salud Mental: A menudo, las luchas emocionales de las mujeres en el ámbito creativo son minimizadas o interpretadas como “debilidad” o "locura" en lugar de ser reconocidas como parte de la compleja relación entre la creatividad y la salud mental. Esto puede hacer que las mujeres se sientan solas en su experiencia, sin un espacio para expresar el verdadero costo emocional de su trabajo creativo. Tenemos una amplia lista de mujeres creadoras consideradas "locas" por sus síntomas versus hombres creadores con sintomas similares tomados por "genios".


• Autocensura y Autocrítica: Las mujeres creadoras suelen enfrentarse a la autocensura, la duda de si su voz es válida o si su obra merece ser vista. Esta autocrítica se ve exacerbada por un entorno que, en muchas ocasiones, ha subestimado las contribuciones femeninas a la cultura y el arte, lo que contribuye a la sensación de que nunca es suficiente.


Estrategias en búsqueda de equilibrio


A pesar de lo difícil que puede ser el camino, cuando aparecen los síntomas, existen formas de gestionar el proceso, de manera que la creación siga siendo una fuente de satisfacción y no solo de angustia. Algunas de las estrategias para lograr este equilibrio incluyen:

Bloqueo Creativo


1. Aceptar la Imperfección: El perfeccionismo es un síntoma

complejo, que ya abordaré en otro artículo, pero una estrategia es, empezar a reconocer que la perfección es inalcanzable y que la belleza de una obra radica en su autenticidad, no en su exactitud técnica y que esto puede ser liberador. Permite disfrutar del proceso creativo sin el peso de la autoexigencia excesiva.


2. Establecer Límites Emocionales: Crear un espacio donde la creatividad no esté vinculada exclusivamente a la expresión del dolor o a las vivencias propias, puede ayudar a balancear la intensidad emocional del proceso creativo. Diversificar los temas y estilos permite que la creación no siempre sea una inmersión en las partes más difíciles de la psique.


3. Separar el Valor de la Obra del Valor Personal: Es una de las más difíciles, en estos casos. Es importante recordar que el valor de una persona no depende de la calidad de su obra. Desarrollar una autoestima sólida que no esté atada únicamente al éxito o fracaso de la creación puede ayudar a reducir la presión interna.


3. Darle un Espacio a la Salud Mental: Reconocer y validar los propios sentimientos y emociones es un paso crucial para mantener un equilibrio saludable entre la creatividad y la salud mental. Esto puede incluir la búsqueda de apoyo profesional, como terapia, para manejar la ansiedad, la depresión, la hiperactividad u otros síntomas y cuadros, que pueden surgir durante el proceso creativo.


La "neurosis de la creadora" no es un problema que deba ser erradicado, ya que en un punto, nos quedaríamos sin arte si esto pasara. (Justamente esto es lo que nos separa de las IAs)


Pero sí que se puede trabajar la aceptación de las tensiones internas y la búsqueda de un equilibrio entre la euforia de la creación y la gestión de las emociones. Es posible transformar este viaje, en un camino que enriquezca la vida en lugar de agotarla. Al final, la relación entre la creatividad y la salud mental es un proceso de autoconocimiento continuo, donde se aprende a convivir con la vulnerabilidad y a encontrar la belleza en los rincones más oscuros de la mente.



La Neurosis de las Creadoras

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